miércoles, 15 de junio de 2011

de a dos




(Mays escribió):
Ella se vio con asombro, su cuerpo casi desnudo posaba en un sofá con lencería de mujer, con los labios color sangre y sus ojos pintados de negro. El flash iluminaba su rostro y desde ese momento su vida cambió.
(Lautte escribió):
Aquel giro inesperado a su rutina de años, fue demasiado poderoso. Como si el aguijón de una abeja hubiera atravesado su sexo, fue como si un tren la golpeara de frente.
(Mays escribió):
No sabía lo que quería, pero sí sabía que el desorden y el delirio habían entrado en su vida, sin poder escapar de ellos.
(Lautte escribió):
Lejos, inclusive, de siquiera creer en una fingida salvación, un orgasmo que ahogó las demás voces; ya nada queda, ya nada importa.
(Mays escribió):
Todo el pueblo se había enterado de su orgasmo psicológico, ya que su órgano sesual era masculino y nadie entendía en esa época, por qué se sentía mujer.
(Lautte escribió):
No me acuerdo qué carajo iba a hacer.

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A ver quién habla de mi.