jueves, 14 de octubre de 2010




Odio cuando la gente es maleducada. O mal aprendida, mejor dicho, quizás, espero.
Fue en un colectivo, un día de mucho calor. Mucha humedad.
Ya te imaginarás. Un espacio cerrado, gente amontonada, más el calor, era una receta para el desastre. Ni más ni menos, dicho y hecho.
No faltó más que una vieja pelotuda, de esas que hay en todos lados. Un muchacho pidió parada por la puerta de adelante, ya que realmente, era imposible ir hasta la de atrás. Demasiada gente.
"No se baja por acá", dijo la vieja.
"¿Y por dónde querés que baje?" contestó el muchacho, ya demostrando que no estaba dispuesto a soportarla.
"Por atrás, como corresponde".
"¿No ves la cantidad de gente que hay? ¿Cómo se supone que haga, a ver?"
"No me importa cómo hagas, por acá no se baja".
"Vieja del orto". Finalizó el muchacho.
"¿Cómo le vas a decir así, salame?" saltó uno del medio.
"¿Qué pasa, gil, no viste cómo lo trató la vieja esa? Tiene toda la razón el pibe" increpó otro del fondo.
"A ver si dejamos de putear, hay mayores y niños, la puta que los parió" disparó el chofer.
Listo. Ahí empezó todo. Todos a discutir, la mayoría incitando al otro, a cualquiera, en realidad, a bajar del colectivo y empezar una riña física.
No pasó mucho hasta que me incitó uno a mi. ¡A mi, que estaba callado escuchando música! No lo dudé en ningún momento.
Siempre llevé conmigo algo para mi propia protección, como es debido.
Entonces desenfunde el arma que tenía en el pantalón, apunté directo a la cara de la vieja de mierda, y disparé.

Me dolía la cabeza, fue un buen golpe. Las ventanillas del colectivo son duras.
Pero el sueño valió la pena, me ahorró aburrirme en el viaje rutinario, camino al colegio.
Me levanté, y pedí permiso para pasar.
El colectivo estaba lleno de gente.
Tenía que bajar por adelante, y había una vieja que ya me estaba mirando mal.


Si pudiera ver el futuro,
No detendría ningún accidente.
No le avisaría a nadie de su próxima desgracia.

Pero si fuera invierno,
Viajaría hasta la primavera.
Cortaría algunas flores de colores fuertes,
Las que encandilan.

Volvería en el tiempo
Al invierno,
Y te regalaría algo que en ese momento nadie más te puede regalar:
Unas flores de fuertes colores.

~ Gracias profe Caro!

• La acción no debe ser una reacción, sino una creación.
• Las paredes tienen orejas. Vuestras orejas tienen paredes.
• No a la revolución con corbata.
• Mis deseos son la realidad.
• En los exámenes, responda con preguntas.
• Hay método en la locura.
La poesía está en la calle.
Exagerar, esa es el arma.
• Un pensamiento que se estanca, es un pensamiento que se pudre.
• Ser libre en 1968 es participar.
• Aquí el espectáculo de cuestionamiento. Cuestionemos el espectáculo.
Dios: sospecho que eres un intelectual de izquierda.

miércoles, 13 de octubre de 2010




Mucho más que nada, y mucho menos que mucho.
Un texto hecho con mi amiga Mays (http://beberdenuestroscuerpos.blogspot.com/) .
A leer!

(Mayra escribió esto:)
Pela, megaultraloco.
Espeluznante mosca que vuela por Mataderos, en busca de su elixir en forma de piedra, pero con sabor sagrado.
Vuela como lo haría dios, pero en una máquina de 4 ruedas.
Sus orejas son agujeros en la noche y su cuerpo está tatuado por la infelicidad.

(Lautte escribió esto:)
Mayra, si bien el mundo intenta derribar diariamente sus idealismos y sueños con golpizas a su imaginación, las luchas eternas contra los ángeles de su discordia se desatan, provocando corridas de toros en las plazas de la normalidad y la pulcritud.
¡Abajo con tu carencia de muñecos de porcelana!
Hay mucho polvo en tu cementerio de elefantes.

(Mayra escribió esto:)
Esos viajes que duran un sin fin de diablos que rodean el mundo con un poco de aguarrás.

(Lautte escribió esto:)
Viajes que sólo las estrellas bipolares de la constelación más perfecta, conocen y recuerdan.

(Mayra escribió esto:)
Recuerdan esas épocas en donde no salía el sol y tu rostro nunca se reflejaba, y su sombra nunca apareció.

(Lautte escribió esto:)
Miedo fue la enfermedad que condenó tu sombra, al sufrir una revolución de corazones heridos y bombeantes.

(Mayra escribió esto:)
Bombeó el corazón de esa alma perdida cuando quedó encadenada a la silla del terror.

(Lautte escribió esto:)
Por qué seguir con esa ficción, basta de alimentarte de polvo de estrellas, caucásica tu reacción.

(Mayra escribió esto:)
Todo cambió ya, quedó el polvo en tu habitación y te fuiste con el bolso sin decir adiós.

(Lautte escribió esto:)
Un adiós que ya no me interesa recordar, acabáramos con la desgracia de aquel marino en altamar.

(Mayra escribió esto:)
Ese marino quedó en bancarrota luego del pescado no vender y mucho comer, en Indonesia beber y gratis volar hasta la nueva ciudad de chocolate.

(Lautte escribió esto:)
Chocolate amargo para tu amargo desamor, deseos de fuego que aplacaste con el hielo de las muertes.

(Mayra escribió esto:)
Esos bocadillos que sabían deliciosos estaban hechos con más que jamón y queso, eran del muerto, luego de esa peste que llevó a veinte mil soldados. Qué ricas estaban esas empanadas.

(Lautte escribió esto:)
Utilicé 200 gramos de sudor de gallina ciega, 50 patas de cienpie descalzado, y una pizca del terror de una mujer virgen antes de fallecer.

(Mayra escribió esto:)
La virgen era mentirosa, había estado con mil hombres más uno. Era odiada por las damas y admirada por las putas.
Tenía todo el sentido del humor.

(Lautte escribió esto:)
Si bien turbio, a la vez sofisticado. Sus tetas bilingües eran perdición de cualquiera. Ímpetu sexual.

(Mayra escribió esto:)
Eran tan pálidas y frescas que llenaban el aire de olor exquisito, como lavanda recién cosechada.

(Lautte escribió esto:)
Más delicioso su cuerpo que cualquier frutilla silvestre, aún la más roja y grande.





-
&
Lautte
~
al mundo.